En esta oportunidad me permito compatir un artículo de su autoría, donde profundiza en la diferencia entre hacer una forma y lo que sería conocerla realmente, estudiarla dominarla y finalmente, saber usarla para nuestro beneficio más allá de sólo hacer "la coreografía".
Inicialmente el artículo fue publicado en dos (2) partes, yo me tomé la molestia para unir ambos textos haciendo una sola publicación; de igual forma, en la parte final, colocaré los enlaces directos para que puedan revisar las publicaciones originales.
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"En una nota que escribí para una revista y luego publiqué en mi página, traté de explicar la diferencia entre "saber formas" y "saber kung fu". Hoy vamos a volver sobre este tema tan importante.
El Arte Marcial Chino Tradicional, en cualquier lugar donde se lo practique, sigue siendo un arte que suma "Forma" y "Uso". Como un cocinero que sabe la receta de memoria pero no puede llevarla a la práctica, un artista marcial que puede moverse muy bien, pero que no puede utilizar su arte en una pelea, es un artista marcial incompleto.
Una forma es un compilado de técnicas, creada por maestros antiguos del arte, para enseñar un determinado elemento técnico de su boxeo. La forma es entonces, el resultado de la técnica.
Si practicamos la forma descuidando las técnicas que la componen, estamos practicando solamente una parte del arte. Sería como tratar de movilizarnos en un automóvil que no tiene ruedas, o volante, o caja de velocidad.
Usualmente, un maestro tradicional suele entrenar a un alumno con alguna forma. Mediante su repetición, el maestro va limando, puliendo, los detalles técnicos del movimiento del alumno. Este desarrolla su postura, construye y mejora su alineación, estudia la mecánica del movimiento, lo optimiza para poder sacar el mayor provecho del mismo cuando lo trate de utilizar.
Cuando la forma cumple esta función, debemos entonces estudiar la aplicación, o análisis de sus movimientos.
Las aplicaciones de las formas son los conocimientos mejor guardados de las escuelas tradicionales. Los maestros suelen enseñarlas, sí, pero no todas, no a todos los estudiantes, no de la misma manera.
Esto se debe a que los estilos son, en cierta forma, un patrimonio cultural de una Escuela. El gran porcentaje de alumnos que "aprenden" pero no "entrenan"; el apuro del practicante medio de occidente, que no logra muchas veces comprender la cultura de su maestro; el mal uso que tantos alumnos han hecho de lo aprendido, y muchas razones similares, han hecho que muchos maestros, a la hora de enseñar, tomen sus lógicas reservas.
Cuando observamos a los maestros de la generación antigua (que hoy tienen 60, 70 años) cuidando celosamente sus conocimientos, debemos aportar una buena dosis de comprensión. Entender sus historias, respetar sus caminos.
Primero, ellos deben honrar a sus maestros, transmitiendo el arte correctamente. Es un compromiso que han adquirido ante seres que ya no están y a quienes deben todo lo que saben. Segundo, muchos han sido abusados en su buena fe, por gente que habiendo aprendido rápidamente, se convirtieron en poco tiempo ellos mismos en "Maestros" y se han ido con la panza llena a enseñar a otra parte. Historias como estas, suelen cerrar el generoso corazón de cualquier maestro.
Como fuere, lo cierto es que las aplicaciones del kung fu suelen tener varias "capas". La primer capa cubre la aplicación obvia, generalmente fácil de comprender en la forma, no pasando del uso de "golpe". Cuando el alumno es más serio, el maestro suele enseñarle un poco más, dando detalles que potencian la técnica. En un nivel más alto, el estudiante accederá a lo más sabio de la misma, frecuentemente técnicas de alta peligrosidad, reservadas a unos pocos.
Por eso en el camino del Arte Marcial Chino Tradicional, es imprescindible la lealtad al Maestro, que posibilitará crear una relación de confianza que logre abrir sus generosas manos. Vale la pena intentarlo.----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
No hay estilos poco efectivos, sino luchadores poco (o muy) efectivos.
En la nota anterior, decíamos que un mísmo movimiento tenía distintas "capas" de aplicación. Estas capas se suelen ir develando de a una, en un proceso natural de merecimiento entre el Maestro que enseña, y el alumno que se hace merecedor de mejor aprendizaje.
Los movimientos del Wu shu / Kung Fu no suelen ser tan fáciles de interpretar. Se necesita un practicante experimentado, iniciado en el código interno de un estilo, para comprender sus usos más sutiles.
Además de lo que el Maestro suele transmitir, un buen practicante, con frecuencia, irá descubriendo más y mejores técnicas de aplicación conforme sigue progresando su comprensión del arte que practica. Este proceso es el que llamamos "experiencia" y constituye una etapa que diferencia el simple practicante medio, de una persona en camino a ser experto.
Ningún Maestro es tal si no tiene experiencia práctica y años de estudio sobre su propia experiencia, de lo que ha aprendido.
El patrimonio técnico del kung fu es enorme...comprendiendo los cuatro métodos: Ta (golpe) Tuei (patada) Hsuay (lance y derribe) y Na (Palanca y retención), como así también ataque a puntos vitales, estrategia, filosofía del combate, energías diferentes...son muchas, y muy sofisticadas, las habilidades y las técnicas a aprender.
Pero saber aplicar un movimiento implica no solamente el conocimiento teórico, sino la capacidad de utilizar ese movimiento y saber decidir cuándo y cómo se debe usar, y contra qué tipo de oponente.
Así, algunos alumnos serán más aptos para un tipo de técnicas (por ejemplo, patadas) mientras que otros lo serán para otra estrategia. Asimismo, algunas técnicas serán más útiles cuando se utilizan contra un luchador de determinadas características (la diferencia de peso, o el tipo de técnica que usa, determinará nuestra respuesta).
Por eso saber una técnica no significa conocerla, sino saber cuándo y cómo se debe utilizar, y tener la práctica suficiente para usarla con fluidéz, tiempo y energía.
Las técnicas son como las armas: falla el luchador cuando la usa inadecuadamente. Por eso, es mejor aprender pocas técnicas y conocerlas muy bien, que aprender muchas y apenas poder realizarlas con cierta solvencia.
Será a la hora de la verdad, es decir, en el combate, cuando tendrás la idea exacta de tu conocimiento marcial."----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Nota: Artículo compartido previa autorización del maestro Horacio Di Renzo, quien la publicara originalmente en el sitio web de la Asociación Kai Men Kung Fu.
Publicaciones Originales: Saber hacer, Saber usar. // Saber Hacer, Saber usar (II)
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